🕔 enero 15, 2019
«¿Por qué comenzaste a ser freelancer?»
Que responderías si te hago esa pregunta.
Piénsalo un momento: quizás adquirir más habilidades, o más dinero, o más tiempo, o simplemente más libertad.
Las buenas noticias es que siendo freelance, en cierto grado, todas pueden hacerse realidad.
A través de los años me he percatado que algunos valoran ciertos beneficios más que otros, y he podido identificar 5 tipos de freelance de los que te vengo a hablar hoy.
Quizás te sientes identificado con alguno.
1 – El freelancer escalera (donde ser freelancer en tan solo un peldaño)
Una de las gran ventajas de ser freelance son las diferentes habilidades que puedes aprender y perfeccionar en el camino.
Aunque muchos ven dichas habilidades como obstáculos (ejemplo, aprender a venderse y buscar clientes), estas son valiosísimas y te servirán para tus proyectos futuros.
Si eres este tipo de freelance, arrancaste tu negocio sabiendo en tus adentros que en 5-10 años no estarás haciendo todo el trabajo para clientes todo el día, sino algo más.
Quizás quieres dar ese paso adicional y solo ofrecer consultorías de alto nivel a clientes. O vivir de compartir tus conocimientos siendo conferencista o autor. O quizás montar un negocio de otro tipo y poner tus habilidades en práctica para tí mismo.
Este es el programador o diseñador que comienza su propia startup. El redactor que comienza su blog. El locutor que comienza su podcast. O el marketero que comienza su propia tienda de comercio electrónico.
Tienes algo más en tu visión que ayudar a un par de negocios al mes, quieres crecer algo que alcance a miles o potencialmente cientos de miles de personas, si te es posible.
2 – El freelancer chavos extra (y temporero)
No todos queremos dar el salto con los dos pies.
Sea por el temor a lo incierto, o porque simplemente estás de lo mejor en tu trabajo, si ves el ser freelancer como simplemente una fuente adicional de ingresos, caes en esta categoría.
Solo quieres intentar ser freelancer a medio tiempo — y si llegas a serlo a tiempo completo no es por decisión propia.
Esto puede darse:
- Por alguna crisis de algún tipo que te impulse a comenzar a generar ingresos online.
- Porque alguien más en la casa provee los ingresos (ejemplo, una madre de familia) y ha surgido la necesidad o el deseo de generar ingresos adicionales.
- Porque ya tienes un trabajo de oficina que te deja dinero y solo quieres un extra.
- O, porque eres estudiante aún y deseas la combinación de experiencia y dinero que ser freelancer ofrece.
Típicamente, si caes en este tipo de freelancer, no trabajarás con nada más que un par de proyectos o clientes al mismo tiempo.
Y como es de esperar, por el tiempo menor dedicado a progresar, verás un avance más lento que los demás.
Aunque sabes que puedes ver una mejor calidad de vida desde el punto de vista de flexibilidad y libertad, prefieres abstenerse a lo seguro para tu estabilidad. Y si pudieras eligir entre un empleo bien pagado y ser freelancer, muy probablemente eligirías el empleo.
3 – El freelancer pasajero
Lamentablemente, muchos caen dentro de esta categoría.
Y no, pasajero no tiene nada que ver con viajes.
Hablo del tipo de personas que:
- Que conocen este mundo y todos sus beneficios
- Comienzan a indagar y a consumir información al respecto
- Intentan una o dos cosas por un poco tiempo
- Quizás consiguen un par de clientes (quizás no)
- Pero al final dejan pasar la oportunidad por X o Y razón
La idea de trabajar para ti mismo y sin jefes te agrada. Conoces la posibilidad de serlo desde hace meses (o AÑOS) pero nunca le has podido sacar provecho al 100%.
Siempre hay algo que te impide arrancar de lleno.
Sea por una creencia falsa de que no conseguirás una estabilidad de ingresos o cualquier otra falacia que te hayan metido en la cabeza, te quedas de brazos cruzados, viendo como los demás lo hacen mientras tú sigues indeciso — o persigues otro camino.
Estas «interesado» en ser freelancer, pero no estás 100% comprometido con hacer que las cosas sucedan. Todavía.
4 – El freelancer nómada
Como mencioné al principio, no todos valoramos las mismas cosas dentro del estilo de vida que te permite ser freelancer.
Mientras que la mayoría de tipos de freelance se enfocan en el potencial financiero o en el tener más tiempo para sus hobbies o familia, el freelance nómada tiene la cabeza inundada de pensamientos de libertad.
El tener la libertad de viajar por el mundo mientras trabajas de forma remota y poder experimentar diferentes culturas. El tener la libertad de no respetar una alarma. El tener la libertad de horarios y de creatividad profesional.
Eres un freelance nómada, si estas son las cosas que te motivan.
El tiempo o dinero adicional si te importan, pero más que nada los usas como herramientas para costear tus aventuras.
Tu principal objetivo es explorar y alcanzar un nivel deseado de libertad personal para intentar cosas nuevas y aventurar por el mundo.
5 – El freelancer intermediario
Está comprobado que muchos tenemos una afinidad por hacer el trabajo y «ensuciarnos las manos» mientras que otros tenemos una mayor pasión por supervisar y trabajar en equipo.
Si las actividades que más disfrutas en tu negocio son la negociación con clientes, el networking, y tienes una pasión por ver un negocio crecer y construir un equipo, entonces esto sombrero te puede servir.
En otras palabras, si tienes una mayor tendencia a la comunicación, el liderazgo y el delegar, pudieras terminar fácilmente tercerizando parte de tu trabajo y sin saberlo comenzar a formar una empresa o agencia.
De hecho, la mayoría de dueños de grandes agencias comenzaron su travesía como freelancers.
Cuando ven que les va bien y hay demanda de sus servicios, ya saben que es cuestión de tiempo para comenzar a repartir responsabilidades del trabajo que se ha de realizar — y no se mantienen como un negocio unipersonal.
Estos 5 tipos de freelance los veo a diario — en mi alrededor, en las redes, en mi bandeja de entrada.
¿Adivinas cuál soy yo — o me cuentas con cuál te identificas?