🕔 febrero 11, 2021
«Isaac, Al final me cobras por algo que no es garantía. No compartes tus conocimientos por nada. Pero entiendo. Se trata de ganar dinero.»
Recibo esto en respuesta a un correo promocionando mi curso.
Es de esperar que luego de recibir cientos de correos positivos, eventualmente llegue una persona como esta a arruinar la fiesta.
¿Pero sabes qué?
Llegué a la conclusión de que sí, él tiene razón…al menos parcialmente.
Por ejemplo, él dice:
«Al final cobras por algo que no es garantía.»
Cuando se trata de algo tan variable como arrancar una carrera/negocio, he aquí la verdad:
NADIE puede garantizarte NADA, ni siquiera las mejores universidades del mundo.
(Te lo dice alguien que estudió en una de las universidades ‘más reconocidas’ de mi país… y duró MESES intentando buscar empleo sin resultados.)
Quién te esté «garantizando resultados» probablemente te está mintiendo.
Por eso yo soy muy cuidadoso de no prometer NADA que no pueda cumplir.
Con tantos factores envueltos (como qué tan trabajador seas, por ejemplo) simplemente no puedo garantizarte nada.
Lo más que puedo hacer para mis estudiantes — la gente que confía en mi curso para ayudarlos en su carrera freelance — es devolverles su dinero si les parece que el contenido no vale lo que pagaron.
Con casi un año teniendo el curso disponible y con decenas de estudiantes…
Solo 1 persona ha pedido reembolso porque «sintió que el contenido era muy básico para su nivel»…
Y aunque le hice saber con anticipación que mi material estaba diseñado principalmente para los que están comenzando…
Le devolví el 100% de su dinero de inmediato. Sin más preguntas.
Hablemos de la segunda parte del mensaje:
«No compartes tu conocimiento por nada.»
Aquí él está 100% equivocado.
Cualquiera que me sigue y ha leído lo que comparto sabe que esto NO es verdad.
De hecho, te reto a buscar un blog que en los últimos 2 años haya compartido más consejos prácticos para freelancers que el mío. (Ya van 150+ artículos escritos.)
Búscalo y envíamelo… me sorprendería si encuentras alguno que se compare.
¿Por qué?
Bueno, la mayoría dice solo lo suficiente para motivarte a interesarte en el tema… pero no te dan pasos puntuales a seguir.
Otros no hablan basado en su experiencia sino que repiten lo que ya hay en la red.
Y los que sí comparten algo que vale la pena, no lo suelen hacerlo tan frecuentemente o con tanto detalle.
Decir que no comparto mis conocimientos es una ofensa.
Pero bueno, abordemos la última parte que esta si es controversial.
«Pero entiendo. Se trata del dinero.»
Dos puntos a cubrir aquí.
#1 – Si hacer dinero fuera mi prioridad con este sitio, ¿crees que compartiría todo lo que comparto de forma gratuita?
Incluso mi mamá comenzó a leer mis blogs y tomó mi curso gratuito hace poco y me dijo que «estoy compartiendo demasiado.»
Vete tú a saber.
Si quisiera ‘sacarle el jugo’ a este sitio, no me pasaría horas respondiéndole a a cada persona que me escribe o me comenta.
Y ciertamente no me tomaría el tiempo de darle seguimiento a algunos de mis estudiantes, MESES después de adquirir mis programas.
Probablemente tendría publicidades por doquier y buscaría patrocinadores para que me paguen por promoverlos.
De hecho, si quisiera ganar más dinero ahora mismo, dedicaría el 100% de mi tiempo a trabajar con clientes… que es lo que me deja la renta real.
Pero al final yo entiendo a este hombre.
La mayoría de nosotros tenemos una connotación negativa al vender. Lo que me lleva el siguiente punto:
#2 – No hay nada de malo en vender algo si finalmente ambas partes quedan satisfechas.
Si tú terminas con un material más condensado (para que no tengas que leerte cientos de artículos) y obtienes mis recomendaciones con lujo de detalle…
Y a cambio yo recibo una recompensa que me permite pagar por las herramientas que utilizo, los freelancers que contrató y todos los demás gastos que tiene un negocio…
Ambos ganamos.
Y es algo que me ha costado entender.
Siempre que alguien decide apoyarme adquiriendo mi programa premium…
¡Termina agradeciéndome a mí!
Lo que siempre me encontraba curioso porque sentía que era yo él que debía de estar agradecido.
(De nuevo, ambos obtenemos un beneficio.)
Por eso ahora tengo CERO resentimiento de promocionar mi entrenamiento.
Estoy orgulloso de lo que he creado y de los resultados que están viendo mis estudiantes.
Mi objetivo es que cada estudiante sienta que ha invertido en alguien que le importa su bienestar — y que no desaparecerá luego de la primera venta.
Pero como sé que el 99% de ustedes nunca optará por algo premium…
Solo promocionando mis programas pagos puedo continuar entregando contenido de valor sin patrocinios y publicidades.
Solo así puedo compartir el 95% de mis conocimientos y experiencia paras que los que no pueden adquirir mis programas se beneficien también.
Solo así puedo alimentar a mi familia, justificar el tiempo que le dedico a este proyecto y construir un equipo para alcanzar (y ayudar) a más personas.
Intento mantener un balance, pero con 15,000+ gente leyendo cada mes, se hace inevitable absorber el costo solo yo (sin vender nada).
Y en vez de recomendarte algo en lo que no creo (como por ejemplo, programas como este o este que no les recomiendo a NADIE)…
Prefiero crear algo que me sienta cómodo y que sepa que el estudiante quedará contento.
Pero cambiamos el enfoque ya.
Creo que no vale la pena enfocarse más en lo negativo.
En vez de criticar al que te critica, mejor tomar un tiempo para hacerlo contrario.
Sé que no lo diga tan frecuentemente como debería, pero aprecio el simple hecho de que estés leyendo esto en este momento.
No lo suelo decir mucho, pero quiero decírtelo hoy: gracias.
Si eres de los que ha tomado un minuto de día para responder mis correos con algo positivo, gracias.
Si eres de los que has dejado un comentario o compartido alguno de mis artículos, gracias.
Comentarios como este que me alegran el día:
Caro Castillo
«¡Gracias! Me he dado una vuelta por tu blog. Y qué buen sitio te cargas. Hasta siento que me topé con mi minita de oro. Ya he empezado en este mundo del freelancing y servicios digitales desde hace un año aprox, en conjunto con otros trabajos.
La perseverancia ha dado sus frutos, pero aun me atacan momentos de incertidumbre y crisis donde me digo que no vale la pena.
Leerte, ver tus consejos que distan de lo que comúnmente encuentro pero sobre todo sentir el amor con el que haces esta página me han devuelto el ánimo. Tengo aún muchos artículos por echarme jajaja pero de seguro me los aviento en unos días.
¡Felicidades! Y gracias.»
Incluso si eres de los que siempre has estado calladito leyéndome, gracias.
(Después de todo, lo que hago es para ti. Sino, no valdría la pena.)
Eres la razón por la que me siento a redactar aún si no me siento motivado para hacerlo.
Gracias infinitamente,
Isaac
Saludos amigo. Donde tienes el artículo en el que explicabas cómo redactar proposiciones por correo? Saludos